-
La cruz te garantiza que, incluso en tu momento más oscuro, Dios nunca se volverá disgustado y se alejará. No hay rebelión, ni debilidad, ni necedad, ni maldad de corazón que la cruz no pueda derrotar y la gracia no pueda transformar.
La cruz te garantiza que, incluso en tu momento más oscuro, Dios nunca se volverá disgustado y se alejará. No hay rebelión, ni debilidad, ni necedad, ni maldad de corazón que la cruz no pueda derrotar y la gracia no pueda transformar.