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Tenemos dos opciones cuando las cosas se acumulan en el trabajo o estamos rodeados de vampiros de energía que nos dejan agotados. Podemos ponernos frenéticos, hiperventilar, cerrarnos y volvernos reactivos. No hace falta decir que estas respuestas al estrés sólo nos estresan más. Las personas que se rinden tienen la capacidad de hacer una pausa, respirar hondo y observar.