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El músico escribe para la orquesta lo que le canta su voz interior; el pintor rara vez se basa sin desventaja únicamente en las imágenes que le presenta su ojo interior; la naturaleza le da sus formas, el estudio gobierna sus combinaciones de ellas.
El músico escribe para la orquesta lo que le canta su voz interior; el pintor rara vez se basa sin desventaja únicamente en las imágenes que le presenta su ojo interior; la naturaleza le da sus formas, el estudio gobierna sus combinaciones de ellas.