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Unos cuantos pájaros melancólicos piaban y ululaban, hasta que el redondo sol rojo se hundió lentamente en las sombras occidentales; entonces cayó un silencio vacío
Unos cuantos pájaros melancólicos piaban y ululaban, hasta que el redondo sol rojo se hundió lentamente en las sombras occidentales; entonces cayó un silencio vacío