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  • A todas las mujeres conservadoras de ahí fuera: Si estáis tan seguras de que los embriones necesarios para la investigación con células madre son vidas humanas preciosas que no pueden destruirse, implantaos uno en el útero y llevadlo a término. Eso es, pon el cuello del útero donde tienes la boca.

    Bill Maher (2006). “New Rules: Polite Musings from a Timid Observer”, p.9, Rodale