-
Cada cuna nos pregunta: ¿De dónde? y cada ataúd: ¿Adónde? El pobre bárbaro, llorando sobre sus muertos, puede responder a estas preguntas tan inteligentemente como el sacerdote togado del credo más auténtico.
Cada cuna nos pregunta: ¿De dónde? y cada ataúd: ¿Adónde? El pobre bárbaro, llorando sobre sus muertos, puede responder a estas preguntas tan inteligentemente como el sacerdote togado del credo más auténtico.