Autores:
  • El deporte que me consumió durante más de dos décadas... ya no existe. Ahora sólo soy yo. Sin presión, sin expectativas, sin necesidad de ser rápido, bueno, fuerte o incluso de mejorar. Sin embargo, no puedo desprenderme de la idea de que siempre tengo que ser más de lo que soy. Y me está comiendo vivo.