-
No conozco ningún crimen que no haya sido defendido por la Iglesia, de una forma u otra. La iglesia no es pionera; acepta una nueva verdad, en último lugar, y sólo cuando negarla se ha vuelto inútil.
No conozco ningún crimen que no haya sido defendido por la Iglesia, de una forma u otra. La iglesia no es pionera; acepta una nueva verdad, en último lugar, y sólo cuando negarla se ha vuelto inútil.