Autores:
  • La razón principal de que la guerra siga entre nosotros no es ni un secreto deseo de muerte de la especie humana, ni un irreprimible instinto de agresión, ni, por último y más plausible, los graves peligros económicos y sociales inherentes al desarme, sino el simple hecho de que todavía no ha aparecido en la escena política ningún sustituto de este árbitro final en los asuntos internacionales.

    Hannah Arendt (1970). “On violence”, Houghton Mifflin Harcourt P