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Que se cuente al mundo futuro que, en pleno invierno, cuando sólo la esperanza y la virtud podían sobrevivir, la ciudad y el campo, alarmados por un peligro común, salieron a su encuentro para rechazarlo.
Que se cuente al mundo futuro que, en pleno invierno, cuando sólo la esperanza y la virtud podían sobrevivir, la ciudad y el campo, alarmados por un peligro común, salieron a su encuentro para rechazarlo.