-
Nuestra dependencia nos convierte en esclavos, especialmente si esta dependencia es una dependencia de nuestra autoestima. Si necesitas que todo el mundo te anime, te elogie, te dé palmaditas en la espalda, entonces haces de todo el mundo tu juez.
Nuestra dependencia nos convierte en esclavos, especialmente si esta dependencia es una dependencia de nuestra autoestima. Si necesitas que todo el mundo te anime, te elogie, te dé palmaditas en la espalda, entonces haces de todo el mundo tu juez.