Autores:
  • Asegúrate de dar a los pobres la ayuda que más necesitan. Si das dinero, gástalo tú con él, y no te limites a abandonárselo. A menudo el pobre no tiene frío ni hambre, sino que está sucio, harapiento y asqueroso. En parte es su gusto, y no meramente su desgracia.

    Henry David Thoreau (2000). “Walden and Other Writings: (A Modern Library E-Book)”, p.78, Modern Library