-
No hay nada más humilde que mirar con una lupa potente un insecto tan diminuto que a simple vista sólo se ve la más mínima mota y descubrir que, sin embargo, está esculpido y articulado y rayado con el mismo cuidado e imaginación.
No hay nada más humilde que mirar con una lupa potente un insecto tan diminuto que a simple vista sólo se ve la más mínima mota y descubrir que, sin embargo, está esculpido y articulado y rayado con el mismo cuidado e imaginación.