Autores:
  • Nunca debemos subestimar nuestro poder de equivocarnos cuando hablamos de Dios, cuando pensamos en Dios, cuando imaginamos a Dios, ya sea en prosa o en poesía. Una ortodoxia generosa, en contraste con las ortodoxias tensas, estrechas o controladoras de gran parte de la historia cristiana, no se toma a sí misma demasiado en serio. Es humilde. No pretende demasiado. Admite que camina cojeando.