-
Podríamos decir que el género humano es una gran coautoría en la que colaboramos con Dios y la naturaleza en la creación de nosotros mismos y de los demás. De esto no hay escapatoria. Podemos colaborar bien o mal o podemos negarnos a colaborar, pero incluso negarse a colaborar es ejercer una influencia y afectar a la calidad del producto. Esto no es más que una forma de decir que por nosotros mismos no tenemos sentido ni dignidad; por nosotros mismos estamos fuera de la definición humana, fuera de nuestra identidad.