-
De niña me encantaba desenredar cadenas. Tenía dedos finos y ocupados, y nunca me rendía. Quizá había un componente psiquiátrico en mi concentración, pero como gran parte de mi daño psíquico, esto funcionaba en beneficio de todos.
De niña me encantaba desenredar cadenas. Tenía dedos finos y ocupados, y nunca me rendía. Quizá había un componente psiquiátrico en mi concentración, pero como gran parte de mi daño psíquico, esto funcionaba en beneficio de todos.