Autores:
  • Algún día consideraremos a nuestros hijos no como criaturas a las que manipular o cambiar, sino más bien como mensajeros de un mundo que una vez conocimos profundamente, pero que hace tiempo que hemos olvidado, que pueden revelarnos más sobre los verdaderos secretos de la vida, y también de nuestras propias vidas, de lo que nuestros padres nunca fueron capaces.

    Alice Miller (2002). “For Your Own Good: Hidden Cruelty in Child-Rearing and the Roots of Violence”, p.18, Macmillan