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Los huevos se parecen mucho a los niños pequeños. Si los calientas o los golpeas en exceso, se volverán contra ti y no habrá amor futuro que corrija el error.
Los huevos se parecen mucho a los niños pequeños. Si los calientas o los golpeas en exceso, se volverán contra ti y no habrá amor futuro que corrija el error.