Autores:
  • En esta época ruidosa, inquieta y desconcertante, hay una gran necesidad de quietud de espíritu. Incluso en nuestra comunión con Dios estamos tan ocupados presentando nuestros problemas, pidiendo ayuda, buscando alivio, que no dejamos momentos de silencio para escuchar las respuestas de Dios. Con la práctica podemos aprender a sumergir nuestro espíritu bajo las turbulentas olas de la superficie de la vida y alcanzar esa profundidad de nuestro ser donde todo está en calma, donde ninguna tormenta puede alcanzarnos. Sólo allí podemos olvidar el mundo material y sus exigencias.

    Alice Hegan Rice (2013). “My Pillow Book”, p.29, Read Books Ltd