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  • Alegría no es lo mismo que placer o felicidad. Un hombre malvado y perverso puede tener placer, mientras que cualquier mortal ordinario es capaz de ser feliz. El placer proviene generalmente de las cosas, y siempre a través de los sentidos; la felicidad proviene de los seres humanos a través de la comunión. La alegría proviene del amor a Dios y al prójimo. El placer es rápido y violento, como un relámpago. La alegría es estable y duradera, como una estrella fija. El placer depende de circunstancias externas, como el dinero, la comida, los viajes, etc. La alegría es independiente de ellas, pues procede de la buena conciencia y del amor a Dios.

    "Fulton J. Sheen's Guide to Contentment". Book by Fulton J. Sheen, p. 120, 1967.