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  • No siempre es fácil de diagnosticar. Cualquiera puede detectar la forma más simple de estupidez: el murmullo, el tocarse la nariz, la incomprensión rígida. Pero la estupidez que se disfraza de pensamiento, y que habla con tanta ligereza y elocuencia, de hecho nunca deja de hablar, en todos los ámbitos de la vida no es tan fácil de identificar, porque marcha bajo un nombre formidable, que pocos se atreven a atacar. Se llama Opinión Popular.

    Robertson Davies (1996). “The Merry Heart: Selections 1980-1995”