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  • ...América no tenía que luchar contra la escasez y todos nos sentíamos culpables ante la gente que aún tenía que luchar por el pan y la libertad a la antigua usanza... No nos moríamos de hambre, no nos pinchaba la policía, ni nos encerraban en manicomios por nuestras ideas, ni nos arrestaban, ni nos deportaban, ni nos enviaban como esclavos a morir en campos de concentración. Nos ahorramos los holocaustos y las noches de terror. Con nuestras ventajas deberíamos estar formulando las nuevas preguntas básicas para la humanidad. Pero en lugar de eso dormimos. Sólo dormimos y dormimos, y comemos y jugamos y alborotamos y volvemos a dormir.