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La más alta perfección de la cortesía no es más que un bello edificio, construido, desde la base hasta la cúpula, de formas poco agraciadas y doradas de mentir caritativa y desinteresadamente.
La más alta perfección de la cortesía no es más que un bello edificio, construido, desde la base hasta la cúpula, de formas poco agraciadas y doradas de mentir caritativa y desinteresadamente.