Autores:
  • Ningún hombre podría atreverse a revelar su verdadero carácter y, sobre todo, sus verdaderas limitaciones como ciudadano y cristiano, sus verdaderas mezquindades, sus verdaderas imbecilidades, a sus amigos, o incluso a su esposa. La autobiografía honesta es, por tanto, una contradicción en los términos: en el momento en que un hombre se considera a sí mismo, aunque sea in petto, intenta dorarse y pintarse al fresco. Así, la mujer de un hombre, por muy realista que sea su visión de él, al final siempre le halaga, pues lo peor que ve en él es apreciablemente mejor, en el momento en que lo ve, que lo que hay en realidad.

    H.L. Mencken (2012). “Mencken Chrestomathy”, p.325, Vintage