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Levántate temprano. Al que madruga Dios le ayuda. No te dejes engañar por esta absurda ley; una vez conocí a un hombre que lo intentó. Se levantó al amanecer y un caballo le mordió.
Levántate temprano. Al que madruga Dios le ayuda. No te dejes engañar por esta absurda ley; una vez conocí a un hombre que lo intentó. Se levantó al amanecer y un caballo le mordió.