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  • ... El dolor es egoísta. Se consiente en ella por autogratificación, no por amor. El hombre cósmico conoce la belleza y la irrealidad de la muerte. La simpatía por el afligido hace realidad la aflicción al reconocerla como una imposición, mientras que la pena por la pérdida de algo, o por la condición "desafortunada" de alguien, olvida la belleza y la abundancia de Dios y de la Naturaleza que todo lo dan. La Mente de Dios sólo conoce una emoción inmutable - el ÉXTASIS - el éxtasis del Amor - el éxtasis que tiene sus comienzos en la alegría interior de quien está lejos en el camino hacia el descubrimiento de su Ser inmortal.