Cuando comparo la vida con un sueño no pretendo denigrarla como una especie de fantasía sin sentido. La vida es demasiado maravillosa para llamarla "ilusión", a menos que susurremos la palabra con asombro, como cuando presenciamos el truco de magia más asombroso. ¿Qué podría ser más magnífico que este glorioso universo, en toda su multiforme extravagancia? Su asombrosa inmensidad y sus delicados detalles. Su precisión impersonal y su intensidad íntima. Sus duras necesidades y su exuberante sensualidad. Este sueño de la vida es realmente maravilloso.