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  • Las vacas a las que se administran hormonas de crecimiento modificadas genéticamente producen más leche, pero tienen ubres hinchadas y dolorosas, úlceras, dolores articulares, abortos, terneros deformes, infertilidad y una esperanza de vida mucho más corta. Su leche contiene sangre, pus, tranquilizantes, antibióticos y un factor de crecimiento insulínico que puede multiplicar por cuatro el cáncer de próstata y por siete el de mama. Esta es la leche que se utiliza en nuestros programas de almuerzos escolares y que se sirve a nuestros hijos. Esta es la leche que usted compra todos los días. Esta es la leche que se utiliza en todos los quesos, yogures, mantequilla y nata.