Autores:
  • El Evangelio de un Dios que se encuentra en la carne rota, la humildad y la caridad sin medida ha derrotado a todas las viejas mentiras, ha hecho que el antiguo orden sea visiblemente insuficiente e incluso ligeramente absurdo, y ha infundido en nosotros un anhelo de amor trascendente tan profundo que -si una vez cedemos a él- nunca nos concederá descanso en otro lugar que no sea Cristo.