Autores:
  • Es evidente que hay una ley moral para el cielo y otra para la tierra. El púlpito nos asegura que dondequiera que veamos sufrimiento y pena, que podemos aliviar y no lo hacemos, pecamos, gravemente. Nunca hubo un caso de sufrimiento o pena que Dios no pudiera aliviar. ¿Peca entonces?

    Mark Twain, John Sutton Tuckey (1980). “The Devil's Race-track: Mark Twain's Great Dark Writings : the Best from Which was the Dream? and Fables of Man”, p.21, Univ of California Press