-
Con un negocio maravilloso, puedes imaginar qué ocurrirá; no puedes imaginar cuándo ocurrirá. No quieres centrarte en el cuándo, sino en el qué. Si tienes razón sobre el qué, no tienes que preocuparte por el cuándo.
Con un negocio maravilloso, puedes imaginar qué ocurrirá; no puedes imaginar cuándo ocurrirá. No quieres centrarte en el cuándo, sino en el qué. Si tienes razón sobre el qué, no tienes que preocuparte por el cuándo.