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Tienes albedrío y eres libre de elegir. Pero en realidad no hay libre albedrío. El albedrío tiene un precio. Tienes que pagar las consecuencias de tus elecciones.
Tienes albedrío y eres libre de elegir. Pero en realidad no hay libre albedrío. El albedrío tiene un precio. Tienes que pagar las consecuencias de tus elecciones.