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Si el cineasta no llega al corazón del público, la única billetera que recibirá será la suya. Porque el corazón es siempre el primer objetivo a la hora de contar una historia.
Si el cineasta no llega al corazón del público, la única billetera que recibirá será la suya. Porque el corazón es siempre el primer objetivo a la hora de contar una historia.