Autores:
  • Ya es hora de que admitas que eres una obra de arte milagrosa. Llegaste a este mundo como un radiante manojo de exuberantes acertijos. Te deslizaste en esta dimensión como un estallido resplandeciente de aleluyas en espiral. Llegaste a este reino como una exuberante explosión de gratitud extática. Y es tu derecho de nacimiento cumplir esas promesas.