-
Si nuestros salmones no están sanos, nuestras cuencas tampoco lo están, y si nuestras cuencas no están sanas, habremos dilapidado nuestro patrimonio e hipotecado nuestro futuro.
Si nuestros salmones no están sanos, nuestras cuencas tampoco lo están, y si nuestras cuencas no están sanas, habremos dilapidado nuestro patrimonio e hipotecado nuestro futuro.