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  • Este mundo no puede romperte, a menos que le des permiso. Y no puede poseerte a menos que le entregues las llaves, a menos que le des tu corazón. Y entonces, si le has dado esas llaves a dunya por un tiempo-retómalas. Este no es el Fin. No tienes que morir aquí. Reclama tu corazón y colócalo con su legítimo dueño:
    Dios.