-
Recuerda que puedes rezar en cualquier momento y en cualquier lugar. Lavar los platos, cavar zanjas, trabajar en la oficina, en la tienda, en el campo de atletismo, incluso en la cárcel: ¡puedes rezar y saber que Dios te escucha!
Recuerda que puedes rezar en cualquier momento y en cualquier lugar. Lavar los platos, cavar zanjas, trabajar en la oficina, en la tienda, en el campo de atletismo, incluso en la cárcel: ¡puedes rezar y saber que Dios te escucha!