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  • Al crear una obra de arte, la psique o el alma del artista asciende del reino terrenal al celestial. Allí, libre de toda imagen, el alma se alimenta en la contemplación de las esencias del reino superior, conociendo el noúmeno permanente de las cosas. Luego, saciada de este conocimiento, desciende de nuevo al reino terrenal. Y precisamente en el límite entre los dos mundos, el conocimiento espiritual del alma asume las formas de imágenes simbólicas: y son estas imágenes las que hacen permanente la obra de arte. El arte es, pues, el sueño materializado, separado de la conciencia ordinaria de la vida de vigilia.

Al crear una obra de arte, la psique o el alma del artista asciende del reino terrenal al celestial. Allí, libre de toda imagen, el alma se alimenta en la contemplación de las esencias del reino superior, conociendo el noúmeno permanente de las cosas. Luego, saciada de este conocimiento, desciende de nuevo al reino terrenal. Y precisamente en el límite entre los dos mundos, el conocimiento espiritual del alma asume las formas de imágenes simbólicas: y son estas imágenes las que hacen permanente la obra de arte. El arte es, pues, el sueño materializado, separado de la conciencia ordinaria de la vida despierta. - Pavel Florensky
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