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  • Cada vez que visito un mercado y veo a las gallinas hacinadas en jaulas diminutas que no les dejan espacio para moverse y desplegar las alas y a los peces ahogándose lentamente en el aire, se me encoge el corazón. La gente tiene que aprender a pensar en los animales de otra manera, como seres sensibles que aman la vida y temen la muerte. Insto a todos los que puedan a adoptar una dieta vegetariana compasiva.