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  • Suavemente dulce, en compases lidios, Pronto calmó su alma a los placeres. La guerra, cantó, es fatiga y problemas; el honor no es más que una burbuja vacía; nunca termina, aún comienza, luchando aún y aún destruyendo. Si vale la pena ganar el mundo, piensa, oh, piensa que vale la pena disfrutarlo: La encantadora Thais se sienta a tu lado, Toma el bien que los dioses te proporcionan.

    John Dryden (1866). “Poetical Works: With a Memoir”, p.17