Autores:
  • La segunda noble verdad afirma que debemos descubrir por qué sufrimos. Debemos cultivar el valor de mirar profundamente, con claridad y valentía, nuestro propio sufrimiento. A menudo tenemos la suposición tácita de que todo nuestro sufrimiento proviene de acontecimientos del pasado. Pero, sea cual sea la semilla inicial del trauma, la verdad más profunda es que nuestro sufrimiento es más bien el resultado de cómo afrontamos el efecto que esos acontecimientos pasados tienen en nosotros en el presente.