Los Bumpus estaban tan abajo en el tótem evolutivo que ni siquiera figuraban en el famoso árbol genealógico de Darwin. Se habían endogamizado y encarnado y finalmente emergieron de las colinas de Kentucky como un remanente de la horda bárbara de Atila el Húngaro. Flick dijo que tenían pies palmeados y sólo tres dedos. Puede que fuera cierto.