Casi todo el mundo es consciente de los dramáticos cambios que se están produciendo en el mundo. Sin embargo, seguimos creyendo que podemos sobrellevar los cambios sin cambiarnos a nosotros mismos, flotando, como siempre hemos hecho, sobre la ola histórica del desarrollo humano. Lo que hará falta para despertarnos es una ola del mismo tamaño que viaje en dirección opuesta. Esa ola ya está en camino.