Acabo de descubrir lo que la ciencia nos muestra sobre nuestro humilde pero espectacular lugar en el universo, y tengo que decirlo: ¡es emocionante y alucinante más allá de lo imaginable! En comparación, la Biblia resulta insignificante y poco inspirada, y desde luego menos poética. Lo siento muchísimo. Sinceramente, he malinterpretado muchas cosas. Casi desearía que existiera un Dios para que me castigara por todo el sufrimiento que he causado inconscientemente en el mundo. Pero como no habrá castigo cósmico para mí, pasaré el tiempo que me queda trabajando en una clínica de planificación familiar en América Latina. Que tengas un buen día.