-
Mi devoción por el trabajo nació de una derrota personal: los padres de mi primera novia me rechazaron porque no era rico. Decidí demostrarles el gran error que habían cometido.
Mi devoción por el trabajo nació de una derrota personal: los padres de mi primera novia me rechazaron porque no era rico. Decidí demostrarles el gran error que habían cometido.