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  • No sé cómo ves el interior de tu cabeza -qué metáfora eliges-, pero para los que tenemos interminables y bostezantes extensiones de interior y nada más que nada que nos impida perdernos en ellas, las drogas pueden ser maravillosamente útiles.

    James St. James (2003). “Party Monster: A Fabulous But True Tale of Murder in Clubland”, p.85, Simon and Schuster