Me embarga un temor permanente ante lo que estos dos instrumentos están haciendo con nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestro patrimonio. Nuestra historia será lo que nosotros hagamos de ella. Y si hay historiadores dentro de cincuenta o cien años, y se conservan los cinescopios de una semana de las tres cadenas, encontrarán allí grabadas en blanco y negro, o en color, pruebas de decadencia, escapismo y aislamiento de las realidades del mundo en que vivimos.