Autores:
  • Los negocios no son la virtud suprema, y la santidad no se mide por la cantidad de trabajo que realizamos. La perfección se encuentra en la pureza de nuestro amor a Dios, y este amor puro es una planta delicada que crece mejor donde hay mucho tiempo para que madure...

    Thomas Merton (1960). “Spiritual Direction and Meditation”, p.85, Liturgical Press