En mi reciente viaje a Israel, tuve la oportunidad de visitar Yad Vashem, el memorial nacional israelí del Holocausto, y reafirmar nuestra responsabilidad colectiva de hacer frente al antisemitismo, los prejuicios y la intolerancia en todo el mundo. En este Yom Hashoah, debemos aceptar la plena responsabilidad del recuerdo, como naciones y como individuos, no sólo para prometer "nunca más", sino para comprometernos con la comprensión, la empatía y la compasión que son la base de la paz y la dignidad humana.