Autores:
  • En quienes descansan en su fe inquebrantable, el fariseísmo y el fanatismo son los síntomas inequívocos de la duda reprimida. La duda no se vence con represión, sino con coraje. El coraje no niega que haya duda, sino que asume la duda como expresión de su propia finitud y afirma el contenido de una preocupación última. El coraje no necesita la seguridad de una convicción incuestionable. Incluye el riesgo sin el cual ninguna vida creativa es posible.

    Paul Tillich (1958). “Dynamics of faith”